ESTADOS UNIDOS
Fuente: The Epoch Times 10 de Octubre de 2021 Actualizado: Los líderes opositores nicaragüenses Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro, encarcelados desde hace cuatro meses por el presunto delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional, se encuentran bajo un régimen de incomunicación y tortura en Nicaragua, denunció este viernes el abogado defensor estadounidense Jared Genser.
“Es importante reconocer que ambos hombres están siendo sometidos a tortura como cuestión del derecho internacional”, señaló Genser, a través de una declaración escrita enviada a Efe.
El abogado explicó que “bajo el marco del derecho internacional, la detención bajo régimen de incomunicación de forma prolongada constituye una forma de tortura”.
Argumentó que tanto Maradiaga como Chamorro, que habían anunciado sus intenciones de aspirar a la Presidencia en las elecciones del 7 de noviembre próximo, “han sido detenidos e incomunicados por más de un mes” y “es evidente que siguen sometidos a tortura por el régimen de (Daniel) Ortega”.
“La detención de Chamorro y de Maradiaga refleja la implacable represión del régimen de Ortega contra la oposición democrática del país, que comenzó a principios de este verano”, indicó.
Denuncia tácticas represivas
Recordó que los líderes opositores nicaragüenses fueron detenidos el 8 de junio pasado después de anunciar sus intenciones de aspirar a la jefatura de Estado, “y desaparecidos -detenidos en lugares desconocidos sin acceso a sus familiares o abogados- por casi tres meses”, al igual que más de 30 dirigentes de la oposición que “han sido sometidos a las mismas tácticas represivas durante este verano”.
Tras su detención, prosiguió Genser, Maradiaga y Chamorro “fueron reaparecidos brevemente el 31 de agosto de 2021 y se les permitió a cada uno una breve visita con un miembro de sus familias”.
“Ambos hombres han bajado entre 20 y 25 libras (8.8 kilos y 11.2 kilos) en tres meses bajo custodia. Ambos han sido sometidos a frecuentes y duros interrogatorios, que pueden durar más de una hora”, afirmó.
“En el caso de Chamorro, las luces brillantes de su celda permanecen encendidas las 24 horas del día. Y en el caso de Maradiaga, estuvo en régimen de aislamiento durante los dos primeros meses de su detención. Sus familias siguen muy preocupadas por su bienestar físico y mental”, continuó.
El abogado estadounidense anotó que a “pesar de su breve reaparición”, los dos opositores “han vuelto a estar completamente incomunicados sin ningún acceso a sus familiares, abogados o médicos y sin ningún indicio de que su juicio avanzará en el corto plazo”.
Pide a comunidad internacional tomar medidas
Asimismo, observó que hoy se cumplen cuatro meses en que sus clientes “se encuentran detenidos como presos políticos de Daniel Ortega” y “seguimos exigiendo que el régimen de Ortega cumpla con sus obligaciones internacionales de derechos humanos y libere de forma inmediata e incondicional” a Maradiaga y Chamorro, “y a los más de 150 presos políticos que mantiene cautivos”.
“Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que tome medidas coordinadas para enfrentar el asalto de Daniel Ortega a la democracia de Nicaragua”, abogó Genser.
A finales de agosto pasado, el Ministerio Público acusó a siete dirigentes opositores, entre ellos Maradiaga y Chamorro, así como a un consultor internacional, por ser presuntos autores de los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional.
Las autoridades nicaragüenses han arrestado, además de Maradiaga y Chamorro, a los aspirantes presidenciales opositores Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Miguel Mora, Medardo Mairena y Noel Vidaurre, investigados por supuesta traición a la patria, así como a casi una treintena de dirigentes políticos y profesionales independientes, de cara a las elecciones del 7 de noviembre.
Ortega, un exguerrillero sandinista próximo a cumplir 76 años y que retornó al poder en 2007 tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1984 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990, busca su quinto mandato, cuarto de forma consecutiva, y segundo con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.