La humanidad transita por terrenos contradictorios. Por un lado, millones de pobres buscan cómo alimentarse, mientras que, por otro lado, llegamos a Marte, estamos por emprender el primer viaje con seres humanos al planeta rojo y ya se está pensando en crear una nueva civilización en el espacio, como la Blue Origin de Jeff Bezos. Y, aunque eso nos parezca un poco ajeno a los panameños, hay otro asunto en el que sí debemos estar más atentos. Se trata de los alimentos de laboratorio a partir de las células madre que ya Singapur tiene la primera legislación y los “nuggets” de pollo sin matar al animal ya se disfrutan en el primer restaurante. Se trata, pues, de una realidad que vuela y países como Panamá, son ideales para estos emprendimientos cuando no hay legislación al respecto. Los descubrimientos científicos están volando y esto va a cambiar la propia humanidad. Estos alimentos creados en el laboratorio tienen como finalidad alimentar a una hambrienta población mundial, pero al mismo tiempo eliminan los miles de hectáreas que se necesitan para criar ganado, corderos o cerdos, ni causarles la muerte luego. La Asamblea Nacional debe estar atenta a este tipo de avances científicos y estar a la vanguardia frente a la legislación que se requiera. Ya es hora de que nuestros diputados vean más allá de las carimañolas, empanadas o las naranjas, porque el mundo viaja a una velocidad vertiginosa y en eso debemos estar muy atentos. No se trata de impedir nada, sino regular desde ya o, por lo menos, empaparse de lo que está en boga con los avances científicos y tecnológicos. ¡Así de simple!

Editorial escrito por Gerardo Berroa Loo, director de La Estrella de Panamá