POR ANDREW THORNEBROOKE     Lunes, 27 de febrero de 2023  La alianza cada vez más estrecha entre Rusia y la China comunista tiene importantes implicaciones para la guerra en Ucrania y el futuro de la disuasión nuclear estadounidense más amplia, según un general en retiro.

Es probable que la intensidad de las acciones militares rusas en Ucrania y potencialmente en otros lugares aumente a medida que Beijing y Moscú estrechen más sus relaciones, lo que es un riesgo real de que estalle una guerra nuclear, según el general de brigada retirado de la Fuerza Aérea de Estados Unidos Robert Spalding.

Sin la ayuda económica, diplomática y, potencialmente, militar del Partido Comunista Chino (PCCh), el líder ruso, Vladimir Putin, no habría podido soportar las importantes pérdidas sufridas por su ejército, declaró Spalding a The Epoch Times.

“Yo creo que esto va a envalentonar a Putin, cuanto más apoyo reciba de China, claramente”, dijo Spalding. “Él ha estado envalentonado todo este tiempo por el apoyo de China”.

“Sin el respaldo de China, Rusia no estaría ni cerca de poder montar una ofensiva esta primavera”.

Rusia depende del apoyo de China para la guerra en Ucrania
El PCCh ha culpado sistemáticamente a Estados Unidos y a sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de la invasión rusa, y ha seguido repitiendo la propaganda del Kremlin al calificar la guerra de “operación militar especial” y censurar en las redes sociales chinas las condenas del conflicto.

Ahora, los líderes estadounidenses temen que el régimen pueda estar preparándose para proporcionar ayuda letal al ejército ruso, aunque el apoyo del régimen a Rusia ha sido constante durante toda la guerra en Ucrania.

Por su parte, Spalding cree que el PCCh empezó a prestar ese tipo de ayuda hace mucho tiempo.

“Yo soy de la opinión de que ellos les están ayudando con ayuda letal, pero es probable que se trate de equipos estadounidenses u otros occidentales que las empresas chinas les ayudan a conseguir eludiendo las sanciones”, dijo Spalding.

“No es probable que los chinos en este momento estén enviando su propio equipo, el que si es capturado en el campo de batalla se vería que procede de China. Pero, si viene de algún país occidental, entonces no se va a saber cómo, necesariamente, los rusos lo adquirieron”.

Curiosamente, la Casa Blanca ha reconocido que las empresas chinas han apoyado directamente la guerra de Rusia en Ucrania, pero se han abstenido de decir que ese apoyo equivalía a una ayuda letal.

Cuando el 24 de febrero la Casa Blanca impuso sanciones a numerosos organismos internacionales relacionados con la guerra de Rusia, por ejemplo, también se dirigió a entidades chinas acusadas de respaldar a la industria de defensa rusa, ayudando de hecho al régimen a eludir las sanciones.

Asimismo, según un informe de Der Spiegel, China falsificó documentos de embarque para camuflar equipos de aviación militar destinados a Rusia como de naturaleza civil y utilizó intermediarios en los Emiratos Árabes Unidos para entregar a Rusia aviones no tripulados de doble uso.

Ese mismo informe alega que el PCCh está preparando actualmente un envío de drones suicidas a Rusia para utilizarlos en Ucrania.

“Hay muchas razones para imponer sanciones a China por el apoyo que ha prestado a Rusia”, indicó Spalding.

Disuasión nuclear estadounidense no está preparada para un mundo multipolar
Con la relación entre el PCCh y el Kremlin calentándose, y las tensiones con Estados Unidos en sus máximos históricos, Spalding advirtió que Estados Unidos está entrando en territorio desconocido en términos de estrategia nuclear.

Estados Unidos nunca antes había tenido que disuadir simultáneamente a dos grandes potencias nucleares, señaló Spalding, indicando que su capacidad para evitar que la guerra en Ucrania derive en un holocausto nuclear disminuye con el paso de los días.

“Tenemos que tener mucho cuidado de que esto no se convierta en la Tercera Guerra Mundial”, dijo Spalding.

“No se puede decir que Estados Unidos no esté obligado en términos de cómo ve el conflicto y el potencial de que pueda escalar más allá de sus límites actuales. Eso es algo que podría ser muy peligroso para Estados Unidos y para la OTAN”.

Spalding advirtió que una ampliación de la guerra en Ucrania podría amenazar al mundo con una situación similar a la de la Guerra de Corea en la década de 1950, cuando el combate entre el Occidente democrático y las potencias comunistas euroasiáticas estuvo a punto de desembocar en una guerra nuclear.

Una parte clave del problema, dijo Spalding, es que Estados Unidos carece actualmente del tipo de capacidades nucleares necesarias para disuadir tanto a China como a Rusia de iniciar una guerra nuclear.

Esencialmente, añadió, las fuerzas chinas y rusas estaban invirtiendo fuertemente en la expansión de sus arsenales nucleares, incluyendo las llamadas armas de “primer uso”. Estas armas están diseñadas para eliminar por adelantado el arsenal nuclear de un adversario, quitándole así la capacidad de contraatacar a un agresor nuclear.

A menos que Estados Unidos mejore su propio arsenal, se arriesga a convertirse en la víctima de una guerra nuclear.

“Todo forma parte del cálculo de cuánto necesitamos para asegurarnos de que no es una buena idea que Rusia y China se combinen para un ataque preventivo de las fuerzas nucleares estadounidenses”, dijo Spalding.

“Si China y Rusia tienen fuerzas suficientes que puedan básicamente destruir la capacidad estadounidense de tener una capacidad de segundo ataque creíble que disuadiría a los rusos y chinos de lanzar un ataque preventivo, entonces nosotros nos arriesgamos a que lancen un ataque preventivo”. Fuente: The Epoch Times en español