Miércoles 5 de enero de 2021 , POR KATABELLA ROBERTS    El mes pasado se descubrió en Francia otra variante de COVID-19 con un gran número de mutaciones pero los científicos están pdiendo a la población a no entrar en pánico.

La variante se dio a conocer como B.1.640.2, o coloquialmente como IHU, después de que la descubrieran los investigadores del Instituto Hospitalario Universitario de Infecciones del Mediterráneo.

Los investigadores afirman que la variante B.1.640.2 se detectó el año pasado en 12 personas que vivían en la misma zona del sureste de Francia, quienes dieron positivo en las pruebas de COVID-19, según un estudio publicado el 29 de diciembre.

El primer caso identificado en el grupo fue un hombre adulto que había regresado de un viaje a Camerún tres días antes, a mediados de noviembre.

La persona estaba vacunada contra COVID-19 y desarrolló síntomas respiratorios leves el día anterior al diagnóstico. Se llevó a cabo la secuenciación del genoma y reveló una combinación atípica de mutaciones.

“La posterior detección mediante qPCR de tres mutaciones en el gen spike para buscar variantes, como se realiza sistemáticamente en Francia en caso de positividad del SARS-CoV-2, reveló una combinación atípica con L452R-negatividad, E484K-positividad y E484Q-negatividad (ensayo Pentaplex, ID Solution, Francia) que no se corresponde con el patrón de la variante delta implicada en casi todas las infecciones de SARS-CoV-2 en ese momento”, escribieron los investigadores al referirse a SARS-CoV-2, el virus causante de COVID-19.

Un análisis de la variante reveló que tiene 46 mutaciones junto con 37 supresiones de su genoma.

“En general, estas observaciones muestran una vez más la imprevisibilidad de la aparición de nuevas variantes de SARS-CoV-2 y su introducción desde el extranjero, además ejemplifican la dificultad de controlar dicha introducción y posterior propagación”, escribieron los investigadores en el estudio que aún no ha sido revisado por pares.

Hasta el 27 de diciembre de 2021, se habían administrado un total de 1,020,007 dosis de vacunas en Camerún, país con una población de unos 26.55 millones de habitantes, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La OMS aún no ha calificado la nueva cepa como variante de interés o preocupante.

En la actualidad, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos aconsejan a los viajeros no vacunados que corren un mayor riesgo de padecer una enfermedad grave por COVID-19 que eviten los viajes no esenciales a Camerún. Sin embargo, el país centroafricano se encuentra actualmente en un “nivel 2”, lo que significa que ha tenido un número moderado de casos de COVID-19.

El virólogo del Imperial College de Londres, Tom Peacock, señaló el martes que la variante IHU no es tan nueva y tampoco es algo que deba preocupar demasiado a la gente.

“En los últimos días se ha hablado mucho de la variante B.1.640.2, pero hay que tener en cuenta algunos puntos: — B.1.640.2 en realidad es anterior a Omicron— en todo ese tiempo hay exactamente (…) 20 secuencias (en comparación con el >120k Omis en menos tiempo) (…)no vale la pena preocuparse demasiado en el modo de operar”, escribió Peacock en Twitter.

Peacock añadió que “no se han actualizado nuevas secuencias desde antes de Navidad (…) este virus ha tenido una oportunidad decente de causar problemas pero nunca se ha materializado (hasta donde sabemos al menos…)”.

Por su parte el director del instituto de genética del University College de Londres, Francois Balloux, también instó a la gente a “relajarse por ahora” tras el descubrimiento de la variante más reciente.

“Solo se han recogido ~20 muestras de B.1.640.2 hasta ahora (he utilizado B.1.640 + S:E484K / S:P681H como proxy) – Estas recogieron por última vez el 6 de diciembre de 2021 – No corresponden al repunte de casos en el sur de Francia – No ha enviado a cientos de personas a la Unidad de Cuidados Intensivos de Francia”, dijo Balloux. Fuente: The Epoch Times en español