Lunes, 1 de noviembre de 2021    POR JACK PHILLIP       Investigadores israelíes descubrieron que la protección contra la variante delta de la vacuna anti-COVID de Pfizer disminuyó después de varios meses en todos los grupos de edades. El descubrimiento se conoce después que un estudio del Reino Unido revelara que la variante delta todavía es altamente transmisible entre los miembros del hogar completamente vacunados.

En un estudio publicado en el New England Journal of Medicine, Yair Goldberg, del Technion-Israel Institute of Technology en Haifa, encontró que las tasas de contagios en julio eran más altas entre los adultos de 60 años, o más, que recibieron la vacuna en enero, en comparación con los que recibieron la vacuna en marzo.

Entre los adultos de entre 40 y 59 años, se informaron tasas similares de contagios, dijeron los investigadores. Los que recibieron la vacuna en febrero en comparación con los que la recibieron en abril tuvieron tasas más altas de contagios, y las personas entre 16 y 39 años que se vacunaron en marzo, en comparación con las vacunadas en mayo, experimentaron una tendencia similar, escribieron los autores.

Llegaron a la conclusión de que la protección conferida contra la variante delta de COVID-19 “disminuyó en todos los grupos de edades” pocos meses después de recibir la segunda dosis.

En el grupo de edad de los adultos, hubo 0,34 casos graves de COVID-19 por cada 1000 personas de 60 años o más que se vacunaron en enero, y 0,12 casos de infección grave por cada 1000 personas que se vacunaron en abril y mayo, según los autores del estudio.

El equipo israelí advirtió sobre la posibilidad de condiciones preexistentes que no podrían tenerse en cuenta en su estudio.

Después de sus hallazgos, los investigadores argumentaron que, debido a que la eficacia de la vacuna Pfizer cae después de unos meses, es necesario promover las dosis de refuerzo.

“Los resultados presentados aquí proporcionaron una base epidemiológica para la decisión del Ministerio de Salud israelí el 30 de julio de 2021 de aprobar la aplicación de un refuerzo (tercera dosis) de la vacuna anti-COVID a personas que habían sido vacunadas, al menos, 5 meses antes”, concluyó el equipo. “Los hallazgos también sugieren la necesidad de seguir de cerca los efectos de la inmunidad menguante e informar a los legisladores de todo el mundo que enfrentan decisiones con respecto a la aplicación de dosis de refuerzo”.

Hace varias semanas, los funcionarios israelíes anunciaron que para ser considerados “completamente vacunados”, los residentes deberán comenzar a recibir inyecciones de refuerzo seis meses después de la segunda dosis de la vacuna. Varias empresas y servicios, incluidos restaurantes y gimnasios, deben exigir que los clientes muestren pruebas de que están completamente vacunados.

A principios de octubre, estallaron protestas en todo el país por el decreto sobre los refuerzos.

“Estamos totalmente en contra de cualquier vacunación forzada, o cualquier medicamento forzado, y estamos totalmente en contra de hacerle algo a nuestros hijos y nietos con lo que no estemos de acuerdo”, dijo Sarah Felt, quien protestó durante el fin de semana a lo largo de la carretera principal que conecta Jerusalén y Tel Aviv, a The Associated Press en ese momento. Fuente: The Epoch Times en español