9 de agosto de 2021 El manejo responsable y eficiente de las finanzas públicas es clave para reactivar nuestra economía. De allí que la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) recomienda una revisión esquematizada del gasto de funcionamiento del gobierno, a fin de aumentar el ahorro corriente a un mínimo de 30%, que permita financiar, en un mayor porcentaje, los planes de inversión pública.
Preocupa que, en los dos últimos años, la inversión pública se ha estado financiando al 100% con deuda. Es indudable que esto es en parte consecuencia de los impactos de la pandemia, pero es inadmisible que la crisis sea excusa para evadir o excluir de la ecuación todo tipo de medidas de ahorro del gasto corriente.
El proyecto de ley de Presupuesto General del Estado para el 2022, que asciende a US$25,126.6 millones, prevé un déficit fiscal de 4% del PIB. La CCIAP insta a la revisión prudente de aquellos gastos que conducen a este resultado y que aumentarán la gran brecha existente en las arcas del Estado. Panamá no puede darse el lujo de seguir a tientas con ejecuciones presupuestarias sin proyecciones a corto y mediano plazo. La política anticíclica debe ser entendida en función del ahorro inteligente hoy, para el desempeño productivo futuro.
La distribución presupuestaria estratégica, conducente al mejor aprovechamiento de los recursos, debe ir de la mano de la transparencia y la rendición de cuentas; y debe incluir planes que inyecten liquidez en el mercado interno, propicien el consumo y generen empleos, de la mano de la empresa privada.
En cuanto a los ingresos, estos también deben ser objeto de un manejo conducente a lograr mayores niveles de recaudación, tanto por la vía de medidas para reducir la evasión fiscal, como mediante estrategias para impulsar el consumo y la inversión.
El presupuesto estatal que nos rija el próximo año y a futuro debe brindar un panorama actualizado de las finanzas y establecer un plan fiscal a mediano plazo que prevenga la perdida de la calificación de riesgo de grado de inversión y mejore las perspectivas. Un presupuesto racional, consensuado y transparente será el primer y necesario paso para lograr que todos nos sumemos y contribuyamos al crecimiento estratégico de Panamá.