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Un grupo de privadas de libertad participó en esta experiencia. Foto Cortesia

El sonido de la  tarraya irrumpió la serenidad del estanque a los primeros rayos del alba en el centro penitenciario de Llano Marín, Penonomé, dando inicio a la primera cosecha de tilapias que arrojó en la báscula 168 libras, prestas para el consumo de la población penitenciaria del penal.

Un grupo de privadas de libertad participó en esta experiencia donde practican las técnicas, procedimientos que adquirieron, además el desempeño de trabajar en equipo, comercialización, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida una vez obtengan su libertad, recalcó Alma De León, jefa de Planificación y Proyectos del Sistema Penitenciario.

Esta iniciativa forma parte del programa de resocialización y reinserción que desarrolla el Ministerio de Gobierno, con sus aliados la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan). Para este fin, fueron sembrados el 6 de diciembre de 2020, mil 200 alevines en un espacio de 288 metros cuadrados por 1.30 metros de profundidad.