FUTBOL

DURA LA SALIDA DE OTROS GRANDES DEL FÚTBOL DE BARCELONA. FOTO. Clarin.com

Johan Cruyff, Diego Maradona, Bernd Schuster, Romario, Figo, Ronaldinho, Ronaldo, Rivaldo, Samuel Eto’o, Zlatan Ibrahimovic, Neymar y ahora Lionel Messi. Todas figuras de primer nivel que se fueron del club de manera traumática. Todos extranjeros del Barcelona. Después del idilio, la ruptura. La dirigencia catalana cierra filas, da pelea y les da salida. No pasa lo mismo con los de los de la casa, como Pep Guardiola, Carles Puyol, Xavi, Andrés Iniesta, Busquets y Piqué.

Messi se encaminaba a hacer la excepción a la larga lista de estrellas. Había motivos. Era argentino pero lo sentían propio, formado desde los 13 años en La Masía. Hizo todos los goles, ganó todos los títulos, rompió todos los récords. Era un ciudadano más del mediterráneo. Incluso soñaba con vestir los mismos colores hasta colgar los botines, eso sí, siempre y cuando el equipo y el proyecto continuara con metas altas.

La directiva del Barcelona aún con sus desaciertos también quería al crack hasta el último día. Pero Messi, harto ya de estar harto, pateó el tablero. Y ahora los dirigentes catalanes otra vez se ponen en línea para defender los intereses del club y los suyos propios. “Quieres pelea, habrá pelea”. Por estos días, cada día, hay un nuevo round.

A Cruyff lo adoran en Barcelona. Todos los años desde su muerte en 2016 le hacen emotivos homenajes. En el museo del club hay un sector específico dedicado a él. Su paso como jugador no terminó bien. Tampoco su etapa de entrenador. El neerlandés llegó al club en 1973, tras negarse a ir al Real Madrid. Lo recibieron como un ídolo. Jugó cinco temporadas. Desgastado con la gestión anterior, la llegada de José Luis Núñez en 1978 precipitó el final cuando el nuevo presidente decidió el club no pagaría sus deudas en la declaración de impuestos, como estaba acordado y como hizo con el resto del plantel.