El mandatario de la Nación Panameña, Juan Carlos Varela, llevó a cabo un recorrido en las áreas afectadas de Nuevo México y Chiriquí Viejo, en el distrito de Alanje. Además el Jefe de Estado, estuvo en el albergue donde permanecen más de 180 personas afectadas por el desbordamiento del rio Chiriquí Viejo.
Varela anunció un plan de dos vías en la comunidad que conlleva mejorar la atención cuando se dan este tipo de inundaciones en la población; el albergue cuenta con las condiciones necesarias para la atención de la población, además de alimentación y agua.
Informó que, a través del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), la Policía Nacional, el Servicio Nacional de Fronteras, el Servicio Nacional Aeronaval y el Despacho de la Primera Dama, abastecer de agua embotellada a toda la comunidad, hasta tanto el Ministerio de Salud realice una revisión de la calidad de agua en esta área, afectada desde el pasado jueves, porque hay temas más profundos que están afectando la salud de los niños y niñas.
Añadió que se buscarán los mecanismos para reubicar a las familias porque son tierras que representan peligros de inundaciones, por lo cual “tendremos que diseñar un lugar para ofrecerle viviendas dignas a estas familias que residen en un área de asentamiento campesino”, sostuvo.
Hasta el momento, la Fuerza de Tarea Conjunta atiende a más de 242 personas en albergues y reporta 38 viviendas con pérdidas, 6 en el distrito de Alanje y 32 en el distrito de Barú. El presidente Varela también visitó a los tres heridos del accidente registrado el pasado sábado en la vía que conduce hacia Bocas del Toro y resultaron con quemaduras en su cuerpo, momentos que intentaban rescatar a dos personas que habían quedado atrapadas en el vehículo incendiado.
Alguno sectores del distrito de Barú y Alanje, en la provincia de Chiriquí, siguen afectados por el agua, mientras que los albergues que fueron habilitados continúan abarrotados de damnificados
En Majagual, en Barú, hay 167 personas -entre niños y adultos-. En estos albergues la mayoría de las personas han perdido sus viviendas.
En La Esperanza hay alrededor de 150 personas entre adultos y niños.
El alcalde de Barú, Franklin Valdés, dijo que el problema es que en algunas zonas aún no ha bajado el agua, por lo que las personas en los albergues no pueden regresar a sus casas.
Asegura que se les está brindando todo el apoyo posible, como la entrega de colchones, frazadas, alimentación, ropa, entre otros enseres.
En Alanje, la comunidad más afectada es Nuevo Méjico, cuyo albergue cuenta con 35 personas, entre niños y adultos.
Las condiciones para llegar a esta zona son de difícil acceso, puesto que aún está con agua y corrientes, por lo que las personas no pueden regresar a sus hogares.
La planta potabilizadora de San Bartolo, en Barú, está paralizada.