Luego de las opciones presentadas por el ministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot), Rogelio Paredes, para avanzar en el mejoramiento de sus condiciones de vida, las 76 familias damnificadas producto del desplome del edificio Capira, ubicado en el sector de San Miguel, corregimiento de Calidonia, estarán juntas temporalmente en el hotel Doral.
Esta alternativa permitirá a la totalidad de los damnificados del pasado 11 de mayo permanecer en un solo punto hasta tanto se les ubique en una solución habitacional permanente y segura.
En un operativo, organizado y dirigido por el Miviot, este martes inició el traslado de las familias del hotel Covadonga, localizado entre las citadinas avenidas Cuba y Perú, en Calidonia, hacia el hotel Doral, ubicado en el corregimiento de Santa Ana. Personal y una flota vehicular de la entidad participó en las tareas de mudanza.
La viceministra de Vivienda, Daniela Martínez López, dijo que este nuevo refugio temporal ha sido acondicionado por parte de su administración para recibir a estas familias, las cuales no pueden residir en el edificio Capira, debido a que el mismo es un inmueble condenado y representa un peligro.
Cada una de las habitaciones del hotel se encuentra amoblada, cuenta con baño, servicios de cable para televisión, red de internet inalámbrica wifi, cocina, lavandería, dos elevadores y seguridad.
Martínez López, quien coordinó las tareas de reubicación, señaló que un equipo de trabajadoras sociales del Miviot permanecerá en el hotel, desde donde trabajarán en coordinación con la administración, para evitar que los inquilinos violen las normas exigidas en estos casos.
Detalló que se exigirá a cada una de las familias firmar un documento de corresponsabilidad, donde deben cumplir con cada una de las normas exigidas, ya que de lo contrario tendrá que desalojar el lugar.
Entre estas reglas están cumplir con las normas de bioseguridad exigidas por el Ministerio de Salud, usar la habitación única y exclusivamente para hospedaje, prohibido las reuniones en el lobby y el pasillo, así como tocar los detectores de incendio que de dañarlos tendrán que pagar su reparación.
Igualmente se prohíben las visitas y personas que atenten contra la moralidad, no portar armas blancas y ni de fuego, no se permiten escándalos que perturben la tranquilidad de los demás inquilinos del hotel, entre otros.
La viceministra manifestó que para evitar aglomeraciones y guardar las medidas de bioseguridad se programó trasladar ocho familias cada hora.