José Raúl Mulino, presidente de Panamá

Iniciamos un nuevo camino a la prosperidad afirmó José Raúl Mulino, presidente de Panamá en la toma de posesión este 1 de julio. Le acompañó su esposa. Foto: Archivo

Lunes, 1 de julio de 2024   Melquisedec Quintero     Las 2 horas de retraso con la que iniciaron los actos protocolares de la toma de posesión presidencial de José Raúl Mulino no opacaron las emotivas y esperanzadoras palabras del mandatario, este 1 de julio, frente a una concurrida asistencia de delegaciones del mundo, que visitaron Panamá, con motivo del inicio de una nueva gestión presidencial (2024/2029).

Iniciamos un nuevo camino a la prosperidad trascendió Mulino en la mitad de su discurso. No sin antes advertir que pagarán la cuenta quienes la gozaron, no los que la padecieron, en clara alusión al estado presupuestario del país, tras 5 años de fiesta con dineros del erario público, en su mayoría proveniente de préstamos internacionales, qué hoy elevan la deuda externa a 50 mil millones de balboa.

El discurso era continuamente interrumpido por los aplausos de los presentes en clara señal de aprobación a su palabras.

Mulino anunció medidas puntuales de su gobierno, tales como la eliminación de la Dirección de Asistencial Social (DAS), y el Programa de la Descentralización Paralela. Este último convertido en un botín político de la saliente administración gubernamental.

» Recibimos una economía seriamente afectada», se lamentó el mandatario entrante.

Estamos mal, pero la cosa pinta bien, tratando de levantar el ánimo a miles de panameños qué confiaron en su proyecto de gobierno.

Menos gasto en política y más inversión en la gente, agregó retomando su promesa de campana de más «Chen Chen» en el bolsillo.

Mulino qué al inicio de su juramentación se vio conmovido hasta las lágrimas prometió que: «No permitiré que Panamá sea un camino abierto a miles de personas que ingresan ilegalmente a nuestro país».
El Darién tiene que seguir siendo un gran pulmón verde, remarcó.

Voy a hacer respetar a Panamá y recuperar nuestro buen nombre que ha sido mancillado arbitrariamente por países, subrayó en su mensaje.

Se refirió al proyecto insignia el Tren Panamá-David, atender la necesidad de agua potable, además del programa de Invalidez Vejez y Muerte, de la Caja de Seguro Social.

El nuevo gobernante asume las riendas del país, en medio de un clima de descontento y hartazgo de la población, que decidió darle un giro de timón a la administración gubernamental, confiando en su proyecto de Estado.

A la toma de posesión asistieron el Rey de España Felipe VI, y una nutrida representación de países de la región y el mundo.