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Soldados ucranianos llevan un lanzador de misiles Javelin. (REUTERS/Gleb Garanich

La guerra de Ucrania cumple su primer mes y ciudades como Kiev, Járkov o Mariúpol están sufriendo duramente los ataques rusos. Unas instantáneas de devastación que pueden hacer pensar que los ucranianos están siendo arrasados en el campo de batalla. Sin embargo, nada más lejos de la realidad.

Los expertos señalan que cuando Rusia planeó la invasión quería un conflicto relámpago que tenía como objetivos la conquista de Járkov, la unión del Donbás con Odesa y, por supuesto, la rendición de la capital. Han pasado los días y las semanas y las tropas rusas no solo no han logrado ninguno de ellos, sino que además están sufriendo en sus propias carnes las consecuencias de la guerra.

Las numerosas bajas, las pérdidas de equipos y la falta de progreso sobre el terreno amenazan con llegar a un punto muerto en el que el conflicto se perpetúe por la imposibilidad de los dos bandos en avanzar; esto es, que Ucrania no sea capaz de expulsar a los rusos, pero estos tampoco logren avances significativos que puedan acelerar el fin de las hostilidades, tal y como explica The Washington Post.

De momento, la cifra de bajas hecha pública por el Ministerio de Defensa ruso ya empieza a sugerir que la situación empieza a ser insostenible para sus tropas. Hasta el 21 de marzo habían muerto 9.861 soldados y habían resultado heridos 16.153. Por poner en contexto este número, eso significa que hay unos 379 falleciendo cada día y unos 1.000 que ya no pueden luchar, lo que significa que entre un tercio y un cuarto de su principal fuerza de combate ya no está disponible.

Las estadísticas, desde luego, son impresionantes y muestran que a Rusia la guerra le está suponiendo un esfuerzo enorme. Sorprendentemente, la cifra real de bajas es superior a las estimaciones que manejaban las potencias occidentales, que hablaban de 7.000 muertes.

Esa situación tan desfavorable ha provocado que Rusia se vea obligada a movilizar a la mayor parte de su fuerza. De los 168 grupos tácticos del Ejército ruso, 120 ya están en combate, lo que representa unos 100.000 de los 190.000 soldados enviados a Ucrania, de acuerdo a la inteligencia estadounidense.

Los rusos están teniendo que enfrentarse a la feroz resistencia ucraniana, a los duros asedios, a falta de suministros y municiones, y a una baja moral. Tanto es así que los estrategas militares consideran que está llegando al punto culminante de su ofensiva. ¿Qué significa esto? Que si no consigue sus objetivos, deberá cambiar el plan. De momento, el aumento de los bombardeos y su virulencia sobre las principales ciudades son un buen indicador de la frustración ante los lentos avances en el terreno.

Concretamente, Ucrania está convirtiéndose en un cementerio para los tanques rusos, tal y como desvela The Wall Street Journal. A fecha de 17 de marzo, había dejado de contar con más de 230 vehículos armados, de los cuales la mayoría habían sido destruidos, mientras que los restantes habían sido abandonados, capturados o dañados.

Estas enormes pérdidas se explican por el uso de drones y por la utilización de los Javelins, misiles antitanques estadounidenses, que se han convertido en el símbolo de la resistencia ucraniana.

Así pues, Rusia se enfrenta al riesgo de que su campaña dentro de muy poco sea insostenible y las siguientes dos semanas pueden resultar decisivas. Por ejemplo, la caída de Mariúpol, sería muy importante para sus aspiraciones, ya que podría liberar a un número relevante de tropas y dirigirlas hacia otro objetivo. Está por ver cómo sigue evolucionando un conflicto que tiene todos los visos de alargarse en el tiempo.

Ucrania comienza a recuperar territorio gracias a la pérdida de fuerzas de combate rusasUcrania “puede y quiere” iniciar contraofensivas para recuperar territorio después de que Rusia perdiera más del 10 por ciento de su fuerza de combate, según el Pentágono.

Esto surge después de que Ucrania dijera que retomó el suburbio estratégicamente significativo de Makariv, al norte de Kyiv, y repelió un ataque en la ciudad costera de Mykolaiv, justo al este de Odesa, en el mar Negro.

El ejército de Ucrania ahora está tratando de expulsar a Rusia de Izyum, en el este del país, mientras lucha contra un avance de las tropas rusas en Mariupol, según un funcionario estadounidense anónimo que informó a los periodistas sobre la última evaluación de batalla del Pentágono.

Mientras tanto, Rusia no ha hecho ningún intento tangible de reabastecer físicamente a sus tropas que luchan en Ucrania, que por primera vez han caído “ligeramente por debajo” del 90 por ciento de su fuerza original, dijo el funcionario estadounidense, citado por Foreign Policy y USA Today.

Se dice que Moscú está considerando agregar más tropas y reabastecer a las que quedan de las 190.000 reunidas originalmente en Bielorrusia y el oeste de Rusia antes de que cruzaran la frontera el 24 de febrero.

También hay afirmaciones de que algunas tropas rusas sufrieron congelación, mientras que también hay señales de que Moscú tiene problemas para reabastecer sus barcos en el mar.

“Está muy claro que no lo planearon adecuadamente”, dijo el alto funcionario de Defensa.

Mientras tanto, el mercenario Grupo Wagner, según se informa, entró en guerra en la región oriental de Donbás Una contraofensiva de Ucrania en Izyum, al sur de Kharviv, tendría como objetivo evitar que las fuerzas rusas rodeen a la mayor parte de su ejército en el frente en el disputado Donbás.

El Ministerio de Defensa de Ucrania dijo que recuperar el suburbio de Makariv en Kyiv permitió a sus fuerzas retomar el control de una carretera clave necesaria para bloquear el cerco de la ciudad desde el noroeste.

Las fuerzas rusas pudieron tomar el control de otros suburbios en el noroeste, incluidos Bucha, Hostomel e Irpin, pero todavía estaban a casi 10 millas (16 kilómetros) del centro de la ciudad, agregó el Ministerio de Defensa.

Según los informes, lo más cerca que ha llegado el avance ruso ha sido nueve millas (14 kilómetros) al noroeste y 19 millas (30 kilómetros) al este.

Si bien Kyiv es el principal objetivo de Vladimir Putin, la mayor parte de su ejército sigue combatiendo en el sur y el este del país, según funcionarios estadounidenses y británicos.

En Mariupol, que ha visto algunos de los combates más feroces, Rusia comenzó a bombardear la ciudad desde siete barcos en el mar de Azov, y algunas de sus tropas pudieron ingresar a la ciudad el martes en la mañana.

Más de 1.100 civiles que habían escapado de la ciudad sitiada se dirigían en un convoy de autobuses a otra ciudad al noroeste de Mariupol, según el ayuntamiento.

Rusia también ha aumentado sus salidas aéreas en los últimos dos días, realizando hasta 300 en las últimas 24 horas, y ha disparado más de 1.100 misiles contra Ucrania desde que comenzó la invasión.

Associated Press contribuyó a este informe.

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Ucrania y Rusia también se enzarzan en una guerra de cifras de bajas

Agencia EFE  Redacción Internacional, 22 mar (EFE).- Los combates entre rusos y ucranianos continúan cuando se cumple el vigésimo séptimo día desde el comienzo de las hostilidades, que ahora también se llevan a los daños que unos y otros se han causado, en especial las bajas humanas.

Así el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas cifró hoy en unos 15.300 los soldados rusos muertos en casi un mes desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania.

Según esa fuente, las tropas rusas perdieron además, 509 tanques 1.556 vehículos blindados de combate, 252 sistemas de artillería, 80 sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS) y 45 sistemas de defensa antiaérea.

Completa la lista de pérdidas por la parte rusa publicada por el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania en Facebook 99 aviones, 123 helicópteros, cien vehículos, tres buques, setenta camiones cisterna de combustible, 35 vehículos aéreos no tripulados tácticos operativos y 15 equipos especiales.

MOSCÚ GUARDA SILENCIO

El Kremlin rehusó este martes comentar una información publicada y eliminada enseguida en un tabloide ruso que hablaba de casi 10.000 soldados rusos muertos durante la campaña en Ucrania y remitió al Ministerio de Defensa para responder a esa pregunta.

«No disponemos de esa información y no forma parte de nuestras facultades (…). Hemos dicho desde el principio que lo que se refiere a las cifras corresponde al Ministerio de Defensa» pronunciarse, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.

El tabloide Komsomolskaya Pravda publicó anoche que casi 10.000 soldados de Rusia han muerto en Ucrania desde el pasado 24 de febrero, pero después la información desapareció de la web del rotativo.

Este martes, el periódico afirmó que la publicación fue producto de un jaqueo que desde hace semanas sufren varios medios de comunicación rusos.

Rusia ha reconocido oficialmente la muerte de 498 militares en Ucrania en unas declaraciones del 2 de marzo. Posteriormente, el país no ha ofrecido más cifras sobre las bajas en sus filas.

RUSIA SIGUE SU OFENSIVA

Rusia aseguró hoy que las fuerzas prorrusas del Donbás, con el apoyo de las tropas rusas, han tomado en el último día el control de nueve de localidades en el este de Ucrania.

El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashénkov, afirmó en el primer parte militar matutino que unidades de las fuerzas armadas rusas avanzaron otros seis kilómetros y capturaron el asentamiento de Urozhayne en la región de Donetsk.

A su vez un grupo de tropas de los separatistas prorrusos de la autoproclamada república de Donetsk penetró cuatro kilómetros en las defensas de una brigada aerotransportada de las fuerzas ucranianas y lucha por la captura de las localidades de Kamionka, Novoselovka Vtoraya y Verkhnetoretskoe.

Por su parte, las unidades de la milicia prorrusa de la autoproclamada república de Lugansk habrían establecido el control sobre las localidades de Kalynovo Papasnoe, Novooleksandrovka, Stepnoe y Boguslavskoe.

En total, desde el pasado 24 de febrero Rusia dice haber destruido 230 vehículos aéreos no tripulados, 181 sistemas de misiles antiaéreos, 1.528 tanques y otros vehículos blindados de combate, 154 lanzacohetes múltiples, 602 artillería de campaña y morteros, así como 1.312 unidades de vehículos militares especiales ucranianas han sido destruidos.

Por otra parte, casi mil edificios han quedado destruidos por los bombardeos rusos en la ciudad de Jarkov, en el noreste de Ucrania, según el servicio de prensa del Ayuntamiento de la ciudad, situada a unos 50 kilómetros de la frontera con Rusia.

«Como resultado de los constantes bombardeos de Jarkov por parte del ejército ruso, 972 edificios fueron destruidos en la ciudad, más de las tres cuartas partes de los cuales, unos 778, eran edificios residenciales», según el Ayuntamiento, cuyo servicio de prensa cita unas declaraciones del alcalde, Ihor Terkhov.

LA DIPLOMACIA DE ZELENSKI

Mientras tanto, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, sigue con sus esfuerzos diplomáticos y hoy intervino ante el Pleno del Parlamento italiano, al que pidió mayores sanciones y presiones a Rusia y advirtió de que la guerra en su país es la puerta de Vladimir Putin «para entrar en Europa».

«La invasión dura desde hace 27 días, un mes, y necesitamos otras sanciones y otras presiones para que Rusia no pueda abastecerse de reservas militares en Libia o Siria, y para que vuelva la paz», dijo Zelenski.

Además, el mandatario charló hoy de nuevo con el papa Francisco a quien invitó a visitar su país.

«Nuevo gesto de apoyo por parte del papa Francisco. El papa dijo que está orando y haciendo todo lo posible por el fin de la guerra y Zelensky reiteró que su Santidad es el invitado más esperado en Ucrania», escribió en Twitter el embajador ucraniano ante la Santa Sede, Andrii Yuash.

Francisco, por su parte, le dijo al mandatario ucraniano que está «rezando y haciendo todo lo posible para poner fin a la guerra, provocada tras la invasión de Rusia», según diplomático ucraniano.

Y en una entrevista con varios medios internacionales Zelenski advirtió de que cualquier acuerdo de paz que se alcance con Rusia, incluido cualquier cambio territorial en el país, tendrá que ser respaldado por la población en un referendo.

(c) Agencia EFE