Miércoles, 7 de septiembre de 2022 Aunque su equipo ganó, Lionel Messi no tuvo un gran debut en Champions. el PSG superó este martes por 2-1 a la Juventus con doblete de Kylan Mbappé y con poca participación del crack argentino en el Parque de los Príncipes. Así lo entendió también su técnico, Christophe Galtier, quien lo reemplazó cerca del cierre.

Lo cierto es que Messi no terminaba un partido de Liga de Campeones sentado en el banco de suplentes desde 2014, en un encuentro ante Ajax, cuando todavía era jugador de Barcelona. El zurdo arrastraba una racha de 63 cotejos consecutivos escuchando dentro de la cancha el pitazo final del árbitro.

Galtier, además de pensar en cuidar a una de sus máximas figuras en medio del intenso calendario europeo, esta vez tomó la decisión basada en el opaco rendimiento del zurdo. Mientras Neymar y Mbappé habían sido decisivos en el resultado, el argentino no venía exhibiendo su mejor versión.

Según números de Opta, Messi terminó el cotejo en París como el futbolista del tridente de ataque que menos remates intentó, con dos, por detrás de los seis del francés y los cuatro del brasileño. También vale la pena diferenciar la calidad de esas jugadas.

Mientras los disparos de sus compañeros generaron ocasiones claras de gol para PSG, el intento de Messi llegó en una jugada aislada, con un tiro bastante rebuscado desde afuera del área, que no hizo más que revelar su disconformidad con su nivel.

A Messi, además, se lo volvió a notar incómodo y con problemas para encontrar su mejor lugar para trabajar. Como ocurrió en muchos partidos de la campaña anterior, cuando todavía Pochettino era el técnico, el ex Barcelona se tiró demasiado atrás para recibir el balón, y el resultado no fue el mejor.

Es que esto generó que Messi acabara el pleito con solo un toque de pelota dentro del área rival, algo impensado para el segundo máximo anotador histórico de la Champions. Mbappé y Neymar, como contraste, terminaron con 10 y 6, respectivamente.

Hasta Nuno Mendes, Achraf Hakimi y Marco Verratti produjeron más opciones en el área rival que el argentino. Si bien con Mbappé en cancha ha dejado de ser el principal foco de la ofensiva de su equipo, un Messi demasiado tirado atrás pierde lo que mejor saber hacer: aparecer por sorpresa en los últimos metros para marcar goles.

Además, cuanto más atrás se tire el ex Barcelona para recibir la pelota, más metros luego tendrá que cubrir hasta llegar al área. Esa es una de las razones por las cuales el argentino, desde que llegó al PSG, asiste más de lo que marca.

Por suerte para la Selección argentina, pensando en el Mundial de Qatar, Messi no ha perdido la faceta de goleador cuando se pone la celeste y blanca. El zurdo no cumple una función demasiado diferente a la del PSG, pero se apoya más en los mediocampistas para la creación de juego y suele llegar mucho más al área para definir las jugadas.

De cualquier forma, el zurdo tendrá rápidamente una chance para cambiar la imagen que dejó este martes cuando enfrente a Maccabi Haifa la próxima semana.