Si todos nos proponemos podemos vivir en paz, respeto y valor hacia la mujer.

Debemos seguir contribuyendo de manera que se desarraigue este flagelo en nuestro país como es el femicidio. Foto Archivo multimedia.

 

Andrés Álvarez Rueda    andres17_199@yahoo.com.ar   @andresruedaalva

A través de la Ley 82 de 24 de octubre de 2013 las  entidades públicas o privadas y medios de comunicación  establecieron realizar acciones coordinadas y articuladas con el fin de brindar prevención, atención y respuestas integrales en todas las formas de violencia contra las mujeres.   A pesar de lo establecido en los últimos meses del año se han dando más de 20 casos de femicidios. Una situación que preocupa fuertemente señala el nuncio apostólico de la iglesia católica  Andrés Carrascosa Coso.

Según el representante religioso lo que se muestra con esto es que la sociedad actual se está enfermando en lo que respecta a estos síntomas de violencia y lo que nos dice  que algo estamos haciendo mal.

Ante esto, hay una serie de valores y principios y valores que la iglesia no se cansará de promocionar y practicar de manera que podamos contrarrestar toda práctica de violencia que denigra y afecta a la dignidad humana y por su puesto a la mujer señaló el nuncio apostólico.

Según Andrés Carrascosa Coso este país y la sociedad en general debe ir asimilando que este país no solo debe de crecer económicamente, sino que debe crecer también en lo que es el nivel humano y en el nivel de valores de respecto al otro. Y todo se logra desde el nivel de las casas u hogares de manera que podamos superar el problema.

Por otra parte, es importante que todos donde estemos colaboremos para que esta reestructuración de la sociedad se dé y por ello se necesita que se fortalezca una unidad de fondo fuerte para ver resultados satisfactorios.

La ley 82 que buscas eliminar en femicidio en Panamá algunas metas por delante: 1. Elaborar y dar seguimiento al Plan Integral para prevenir, y erradicar la violencia contra las mujeres.

2. Fomentar el conocimiento y el respeto a los derechos humanos de las mujeres, con el objetivo de transformar los modelos socioculturales de conducta de mujeres y hombres, incluyendo la formulación de acciones de educación formal y no formal y de instrucción, con la finalidad de prevenir.