Por:  Mayte Duque   mayteduque1@gmail.com   Este jueves se llevó a  cabo la Conferencia “Impacto de Los Tratados Torrijos Carter en la Época Actual”, a cargo de Su Excelencia Dr. Aristides Royo Sánchez, Expresidente de la República de Panamá, quien fuera negociador de los Tratados Torrijos Carter y  actual  Ministro de Asuntos Del Canal.  El evento fue organizado por el Colegio Moises Bilingual Collegue.

La magistral presentación por parte del Ministro Royo se da en el marco de que el pasado 7 de septiembre se cumplieran 43 años de la firma  de los Tratados Torrijos Carter, que tuvo lugar en 1977.

Según el Dr. Royo “El siglo XIX no fue muy grato porque  al independizarnos de España EE.UU. comenzó a emerger como potencia y se apoderaron de este territorio de 75 Km2,  con ánimos de hacer un Canal por su cuenta”.

En su disertación el Ex Presidente Royo dijo que “cuando Panamá quiso salirse de esa unidad, los Colombianos dijeron: No, no, no… ustedes se quedan aquí, ustedes serán respetados … y eso nos costó 82 años unidos a Colombia” recordó el hoy Ministro de Asuntos del Canal.

Al Colombia rechazar el Tratado Herran Hay en 1906, los panameños se disgustaron tanto que comenzó una coyuntura y así encontraron un aliado en Estados Unidos (EE.UU.) con el  Sr. Philippe Bunau Varilla, empresario que participó y tenía acciones en la construcción del Canal Francés, quien mostró interés en la construcción de un Canal a través de Panamá.

Ante la atención de los estudiantes del Colegio Moisés Bilingual College, profesores y padres de familia, el Dr. Royo hizo una cronología de los históricos hechos y destacó que “Fue así como se hizo la independencia, con apoyo militar y  contó que cuando llegaron los soldados colombianos, los locales  no permitieron que ellos pasaran por el Ferrocarril y así Panamá se independizó de Colombia”.

Uno de los errores que cometimos los panameños – Cuenta el ex negociardor de los Tratados-, fue nombrar a Philippe Bunau Varilla como   Embajador Plenipotenciario; es decir, con plenos poderes para firmar.  Esto inquietó a los nacionales y se envió una comisión  a Washington el 18 de noviembre de 1903, donde fueron recibidos en  la estación por Varilla, quien salió al paso a informarles que   acababa de firmar el Tratado, lo que trajo preocupación a los panameños por las cláusulas  que contendría.

En efecto, aseguró el Dr. Royo, era mucho más extensivo que en el Tratado Herran Hey, donde se  encontraron que el Tratado era a perpetuidad, por lo que al día siguiente los panameños le solicitaron a Bunau Varilla  cambiar el Tratado, quien les respondió   “Si ustedes no quieren ratificar el Tratado, entonces EE.UU. no apoyará la independencia de  Panamá de Colombia”.

En ese entonces Colombia contaba con  8 millones  de habitantes  y Panamá tan sólo contaba con  300 mil habitantes  aproximadamente, por lo cual los panameños no tuvieron  más remedio que firmar esos Tratados. Posterior a este doloroso episodio y  a la firma del Tratado, fue cuando se hizo La Constitución, enfatizó.

Cabe señalar que en 1904 se iniciaron las obras de construcción y aunque EE.UU. quería abrirlo al Comercio Mundial, los panameños se opusieron,  pero no fue sino hasta después de la Segunda Guerra Mundial que este se abrió.

Cada vez habían nuevas negociaciones y en 1936 se eliminó una de las cláusulas de la Constitución en que se hablaba de intervención.

En muchas ocasiones  hubo diversas intervenciones departe de EE.UU., pero la mayoría de las veces fueron solicitadas por el propio Gobierno de Panamá o por políticos nacionales, hasta que el país norteño les hizo un llamado de atención para que se cambiara esta práctica si queríamos ser un país soberano.

Fueron los norteamericanos quienes construyeron el Canal y también se encargaron de la despensa del Canal, no obstante, establecieron en suelo panameño  120 bases militares  temporales y 14 bases militares permanecieron fijas hasta 1999.

Hasta 1955 los norteamericanos pagaron a Panamá $150 mil dólares por mantener  estas bases, lo cual fue aumentado posteriormente a $930 mil y finalmente $1,930,000.

No se logró que EE.UU. eliminara la perpetuidad y además  el 75% del ingreso que generaba el licor que se importaba desde EE.UU. para el Canal fue exonerado de impuestos, debido a una cláusula contenida producto de negociaciones. Todo les favorecía.

El 9 de enero de 1964 un grupo de estudiantes del Instituto Nacional, fueron a poner una bandera panameña en el edificio de la escuela secundaria de Balboa.  EE.UU. el año anterior había aprobado que ondeasen ambas banderas, pero esto no se había cumplido.

El Dr. Royo confirmó que el Director  y estudiantes  de la escuela secundaria de Balboa fueron correctos,  pero que los padres de estos chicos se sentían ‘Zonians’, con muchos privilegios:  No pagaban impuestos, les daban salarios y vacaciones especiales y lo menos que ellos querían era volver a EE.UU.  Ellos pisotearon la bandera y la trifulca terminó con más de 30 muertos  y 300 heridos.

Debido a los hechos suscitados, el Presidente Rodolfo Chiari rompió relaciones con EE.UU. y fue la primera vez que un país Latinoamericano ejecutara esta acción contra el coloso norteño.

El Presidente Lyndon Johnson solicitó a Chiari restaurar las relaciones  y este respondió que se haría cuando  EE.UU. se comprometiera  a revisar el Tratado y así hacerle justicia a Panamá, debido a la cláusula de perpetuidad.

El Ministro Royo también destacó que en 1968 llega el General Omar Torrijos con un Golpe de Estado, al que algunos en broma llamaban un “Soplo”, destacando la vulnerabilidad que había en el momento.

Omar Torrijos decidió salir de la relación bilateral entre ambos países, para que sirviese de empuje o palanca para que EE.UU. estuviera consciente de que su posición ante el mundo se podría deteriorar.  Eso funcionó, con la colaboración de los países más cercanos a Panamá:  Costa Rica, Colombia, Venezuela, Argentina, México y demás países de Centro América.  Fue como un clamor de los países latinoamericanos, recordó el ex mandatario, hoy Ministro de Asuntos del Canal.

En 1973 Torrijos logró, a través de su Embajador  Aquilino Boyd, traer al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y en el Pleno votaron que se le hiciera justicia a Panamá, con el voto negativo de EE.UU.  y esta antesala sirvió de mucho, según cuenta el Dr. Royo.

Estados Unidos envió a su Canciller Henry  Kissinger, quien vino a Panamá a firmar un acuerdo donde se fijaron los principios que tenía que regir la relación bilateral.

Por otro lado, al referirse al Presidente Jimmy Carter, el Dr. Royo lo calificó como una persona con un gran sentido religioso y de lo que era justo, alguien equitativo y generoso.

El 6 de marzo de 1977 se inició un recorrido con mucha colaboración de los países no alineados y se logró el apoyo ecuménico de las distintas religiones presentes en EE.UU. y la participación del Arzobispo de Panamá, Marcos Gregorio Mcgrath, quien  fue de gran ayuda pero esta no era una causa popular para el pueblo estadounidense, ya que el Canal tuvo un costo de $375 millones.

Se firmaron los Tratados en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) el 7 de Septiembre de 1977, donde asistieron todos los Senadores norteamericanos de ambos partidos, Demócrata y Republicano.  Muchos no estaba de acuerdo con esta firma, entre ellos los Zonians, quienes  levantaron fondos e hicieron una campaña durísima para que no ratificaran los Tratados, los cuales fueron ratificados en abril de 1978, con 2 votos de diferencia.

Finalmente en 1999 Panamá recibió el Canal y lo ha manejado con mucha eficiencia.  Una de las primeras decisiones que se tomó fue la ampliación del Canal o lo que se llama el Tercer Juego de Esclusas.  Esta ampliación costó más de 5,000 millones de dólares.

Un dato importante a destacar, es que más del 51% de ingresos que recibe el Canal, se debe a los barcos que utilizan el Tercer Juego de Esclusas en Aguas Claras.

El Canal cuenta con 9,550 trabajadores e ingresos de $3,300 millones  de dólares al año, de lo cual  una parte va  para planillas, gastos de mantenimientos y los excedentes se entregan en su totalidad al Gobierno de Panamá.

“El Canal no es con fines de lucro porque no busca generar fondos para ningún  beneficiario, sólo para el Estado”, acotó el Dr. Royo.

También destacó “Ahora también el Canal se dispone a acometer a través otra magna obra que consiste en un Proyecto híbrido en el cual participarán varias empresas y una de ellas será beneficiada en el mes de noviembre,  su cometido será la busca de nuevas fuentes de agua para el canal”.

El Canal provee de agua a las naves, pero el objetivo principal del Canal debe ser brindarle agua a los panameños.  Son aproximadamente  2 millones 500 mil panameños que requieren de ser abastecidos por este servicio.

Royo explicó “Hay que tirar agua al Océano Pacífico porque se inunda el Canal y la idea es que el canal almacene el agua para los tiempos secos que tenemos, por lo cual el agua hay que usarla bien, no hay que mal gastarla”,

La magistral  intervención del Dr. Royo culminó con una exhortación a los estudiantes del plantel educativo e indicó que ”Torrijos fue al mundo a buscar un apoyo que logró y hoy en día la empresa del Canal es una empresa modélica, ya que no se entra por ningún contacto y el formulario o solicitud que llena pasa a través de un Comité;  se ingresa por méritos, conocimiento o estudio.  Esto les da un estímulo a  ustedes, para que se preparen los que puedan, para el relevo generacional.

“He dado conferencias en Relaciones Exteriores y en otros lugares, pero este es mi acto más feliz de la semana, concluyó el destacado político, al cerrar la conferencia con los correspondientes agradecimientos departe de organizadores y del conferencista.